Apoyo ciudadano que no se detiene
Desde los primeros momentos posteriores al siniestro en el puente de La Concordia, habitantes de la Ciudad de México y del Estado de México se organizaron para asistir a las víctimas. Con café, pan, agua y alimentos, recorren los hospitales donde fueron internados los afectados.
Un gesto de unión
Personas de distintas edades, policías y personal de alcaldías colaboran repartiendo víveres e insumos. En al menos dos nosocomios, entre ellos un hospital de rehabilitación, se instalaron mesas de apoyo psicológico para quienes enfrentan crisis emocionales derivadas de la emergencia.
Trascender el dolor con acción
Estos gestos de solidaridad muestran que, más allá del dolor, la acción comunitaria puede marcar la diferencia. Quienes participan señalan que ofrecer comida, acompañamiento o simplemente palabras de ánimo representa un acto de hermandad frente a la tragedia. Algunos llevan lo poco con que cuentan, mientras otros coordinan su ayuda para que llegue a quienes más lo necesitan.