La empresa Transportadora Silza, propietaria de la pipa que explotó en el puente de La Concordia, en Iztapalapa, ha declarado su responsabilidad por los daños humanos y materiales ocasionados. Sin embargo, la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos (ASEA) había señalado previamente que la empresa carecía de pólizas de seguro vigentes.
Un acto de solidaridad ante la tragedia
Vecinos de las colonias Lomas de Zaragoza y San Miguel Teotongo, en Iztapalapa, se unieron para brindar ayuda a las víctimas de la explosión. Con cubetas de agua y cobijas, intentaron sofocar las llamas que consumían a las personas afectadas. La escena fue descrita como un escenario de horror, con personas ardiendo en llamas y gritos de auxilio en las calles.
Reacciones institucionales y apoyo a las víctimas
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, expresó su solidaridad con las víctimas y sus familias. Además, se activaron protocolos de atención médica, y diversas instituciones, como el IMSS e ISSSTE, recibieron a los heridos en sus hospitales. La comunidad universitaria también se movilizó; la UNAM organizó una jornada solidaria para donar sangre y brindar apoyo psicológico a los afectados.
Investigación en curso y medidas preventivas
Las autoridades locales y federales, en coordinación con la ASEA, han iniciado una investigación para determinar las causas de la explosión y verificar el cumplimiento de las normativas de seguridad por parte de Transportadora Silza. Se espera que este caso impulse una revisión más estricta de las regulaciones en el transporte de materiales peligrosos y la implementación de medidas preventivas para evitar futuros incidentes similares.
La tragedia en Iztapalapa ha dejado una huella profunda en la comunidad, pero también ha evidenciado la importancia de la solidaridad y la cooperación entre ciudadanos e instituciones para enfrentar situaciones de emergencia.