Sheinbaum rechaza ataques de EU a embarcaciones en aguas internacionales

La presidenta defiende el respeto al derecho internacional y exige el reconocimiento de la soberanía mexicana.


Crítica frontal al accionar estadounidense

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su rechazo contundente ante las recientes operaciones militares realizadas por Estados Unidos contra buques en aguas del Caribe y del Pacífico, señalando que esas acciones deben estar sujetas a las leyes internacionales y al respeto a la soberanía nacional.

Principios de soberanía y legalidad

Sheinbaum enfatizó que México ha manifestado públicamente su posición frente al gobierno de EE. UU.: no está de acuerdo con los ataques extraterritoriales sin debido proceso. Afirmó que las operaciones deben obedecer normas internacionales que regulan el uso de la fuerza en alta mar y el abordaje en presencia de sospechas de drogas o armas.

Subrayó que su gobierno valora el diálogo con Washington, pero sin renunciar jamás a principios como la soberanía, la libre determinación y el respeto al marco constitucional mexicano.

Contexto de las operaciones

Los ataques a embarcaciones se han intensificado en los últimos días en zonas internacionales, orientados por Estados Unidos como parte de su estrategia antidrogas. Algunas de esas operaciones han sido en el Caribe, contra navíos que supuestamente transportaban sustancias ilícitas.

Estas acciones han generado tensiones diplomáticas con países afectados y críticas de organismos internacionales que llaman a un control estricto conforme a los marcos legales.

México reafirma su postura independiente

La mandataria recordó que México modificó cláusulas constitucionales para reforzar su sentido de soberanía frente a posibles injerencias externas. En ese sentido, subrayó que cualquier acción militar que cruce fronteras marítimas requiere respeto al derecho internacional y acuerdos diplomáticos previos.

Sheinbaum rechazó comentar directamente sobre las diferencias verbales entre líderes de otros países, pero insistió en que cada nación tiene un estilo propio para enfrentar disputas internacionales.