La inclusión de Cuba en esa lista fue una de las últimas decisiones de Trump antes de concluir su primer mandato en 2021
En una medida histórica y estratégica, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha decidido retirar a Cuba de la lista de países que promueven el terrorismo, a menos de una semana de la transición de gobierno que traerá de vuelta a Donald Trump al poder.
La inclusión de Cuba en esa lista fue una de las últimas decisiones de Trump antes de concluir su primer mandato en 2021, una medida que implicó severas sanciones económicas y diplomáticas contra la isla.
El anuncio de Biden, respaldado por altos cargos de su administración, busca no solo reparar un aspecto crítico de la política exterior de su predecesor, sino también allanar el camino para una liberación próxima de varios presos cubanos. Estas acciones forman parte de un proceso que, según la Casa Blanca, está siendo facilitado por la mediación del Vaticano. Entre los presos que podrían ser liberados están aquellos involucrados en las protestas del 11 de julio de 2021, un evento que conmocionó al país y que marcó un punto álgido en las tensiones entre el Gobierno cubano y su población.
La decisión de Biden también incluye la suspensión de la capacidad de los ciudadanos estadounidenses de demandar en tribunales de Estados Unidos por la expropiación de propiedades en Cuba, un tema sensible que ha sido fuente de fricción durante décadas. Además, se han levantado algunas sanciones financieras que afectaban tanto a individuos como a empresas cubanas, una señal de apertura en el proceso de distensión entre ambos países.
Política interna
Fuentes cercanas a la Casa Blanca también señalaron que varias naciones aliadas de Estados Unidos, como la Unión Europea, España, Brasil, Colombia, Chile y Canadá, habían hecho peticiones en los últimos años para retirar a Cuba de esta lista. La presión internacional parece haber sido un factor clave en la decisión de Biden, quien buscó aliviar la tensión diplomática y abrir una vía para el diálogo, particularmente en el contexto de las relaciones con América Latina.
En cuanto al histórico regreso de la isla a la lista de países patrocinadores del terrorismo durante la administración Trump, la medida fue justificada por el gobierno republicano alegando la presencia en Cuba de miembros de la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Estos miembros se encontraban en la isla como parte de las negociaciones de paz con el gobierno colombiano, una situación que fue vista por la administración Trump como un respaldo a actividades terroristas, lo que resultó en un endurecimiento de las sanciones y restricciones.
¿Qué significa para Cuba?
Cuba había sido incluida en la lista desde 1982, pero fue retirada en 2015 por el entonces presidente Barack Obama como parte de su proceso de acercamiento con La Habana, el denominado deshielo. Sin embargo, la administración Trump revirtió esas políticas, llevando nuevamente a Cuba a la lista negra en 2021.
Con la decisión de Biden, se envía un mensaje de apertura a la isla, especialmente a un gobierno cubano que, bajo el liderazgo de Miguel Díaz-Canel, ha solicitado en repetidas ocasiones la eliminación de la designación, a la que considera no solo injustificada, sino también dañina para la economía de Cuba.
Este movimiento se produce a días de que la nueva administración de Donald Trump asuma el poder nuevamente el 20 de enero de 2025. Trump, quien ha sido un firme crítico del régimen cubano, ha nominado como secretario de Estado a Marco Rubio, un senador de origen cubano conocido por su postura de línea dura hacia La Habana. El nombramiento de Rubio, considerado un defensor acérrimo de la política de sanciones y aislamiento, plantea la posibilidad de que la política hacia Cuba podría cambiar drásticamente una vez más, dependiendo de la dirección que tome la nueva administración.
El futuro de las relaciones bilaterales
Con la retirada de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, la administración Biden ha marcado un hito en su enfoque hacia la isla. Sin embargo, el futuro de las relaciones entre ambos países queda en incertidumbre, especialmente con la llegada de un gobierno de Trump que podría revertir estas decisiones en un giro hacia el aislamiento y el endurecimiento de las sanciones.
En resumen, la acción de Biden de retirar a Cuba de la lista de países que promueven el terrorismo parece un esfuerzo por aliviar las tensiones y abrir un camino hacia la cooperación. Sin embargo, el resultado final dependerá de la política que adopte la administración entrante de Trump, lo que podría redefinir una vez más el rumbo de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.