Violencia coordinada en tres Estados tras ofensiva contra el Cártel de Jalisco Nueva Generación
Una nueva ola de violencia sacudió el occidente de México. Este miércoles, el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) respondió con una serie de ataques simultáneos en Michoacán, Jalisco y Guanajuato luego de un operativo federal que intentó capturar a uno de sus líderes. El saldo: al menos dos policías muertos, carreteras bloqueadas, camiones incendiados y comercios atacados.
Según confirmó este jueves el secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, los actos de violencia son parte de una reacción del CJNG ante el creciente cerco del Gobierno mexicano sobre sus bastiones criminales.
Bloqueos e incendios en más de 30 municipios
Los ataques, sin detenidos hasta el momento, afectaron especialmente a Michoacán, con bloqueos en 26 municipios. Camiones de carga, vehículos particulares y hasta tiendas fueron incendiados. En Apatzingán, al menos dos sucursales de la cadena Oxxo fueron destruidas por el fuego.
En Guanajuato, la violencia se centró en la región fronteriza con Michoacán, incluyendo bloqueos con tráileres incendiados en carreteras clave como las que conectan La Piedad, Pénjamo, Abasolo y San Gregorio. También se reportó la quema de un autobús en la carretera Federal 51, entre Acámbaro y Celaya.
En Jalisco, la caseta de cobro de Ocotlán fue escenario de otro ataque, con vehículos incendiados y cierre de vialidades.
Un patrón conocido: reacción violenta ante capturas
Fuentes cercanas al operativo federal señalaron que el objetivo era la detención de un líder criminal de alto rango. La respuesta del CJNG replicó su conocido modus operandi: sembrar caos como represalia, tal como ocurrió en 2022 durante otro intento fallido por capturar a líderes del cártel.
Aunque García Harfuch aseguró que los ataques se deben a disputas entre grupos criminales, la falta de pronunciamiento inmediato por parte de las autoridades estatales y federales durante las primeras horas del caos generó críticas.
El Mencho, en el centro del tablero
El líder del CJNG, Nemesio Rubén Oseguera Cervantes, alias El Mencho, sigue siendo el objetivo prioritario para las autoridades mexicanas y estadounidenses. El narcotraficante más buscado por EE.UU. ha mostrado su capacidad de movilización territorial en sus feudos históricos, pese a las detenciones recientes de operadores clave.
Una guerra narco agudizada por presión internacional
La intensificación del combate al CJNG forma parte de una estrategia más amplia, influenciada por la política exterior de Estados Unidos. Bajo presión de Washington especialmente desde la llegada de Donald Trump y su política de cero tolerancia hacia los cárteles el gobierno mexicano ha endurecido su postura.
Con Claudia Sheinbaum en la presidencia, las fuerzas armadas han tomado un papel aún más central en las tareas de seguridad. Los decomisos y extradiciones de capos se han multiplicado, reduciendo incluso el flujo de fentanilo hacia EE.UU. Sin embargo, estas acciones han tenido consecuencias directas en territorio nacional.
Un tablero criminal en constante reacomodo
Los recientes ataques del CJNG no son hechos aislados. Representan una respuesta directa a la presión creciente del Estado mexicano, pero también reflejan el reacomodo de fuerzas entre los grandes grupos criminales del país. Mientras el Cartel de Sinaloa enfrenta su propia guerra interna entre Los Chapitos y La Mayiza, el CJNG aprovecha para reafirmar su control.
La estrategia oficial, que por años osciló entre contención y permisividad, ha dado paso a una ofensiva frontal que no ha estado exenta de costos humanos ni sociales. La pregunta ahora es si el Estado logrará sostener esta presión sin que la violencia escale aún más.