Un destacado gol de Brahim Díaz, que avivó el debate sobre su desempeño en comparación con Rodrygo antes de su retirada por lesión, y la sólida actuación de Andriy Lunin con nueve intervenciones, rescataron al Real Madrid de las dudas en Alemania, salvado por el VAR en un inicio falto de actitud y agraciado con una gran reacción para el partido de vuelta en el Santiago Bernabéu.
La primera mitad sirvió de advertencia para un Real Madrid que ha brillado en LaLiga pero que se enfrenta a una realidad diferente en la Champions League, especialmente lejos del Bernabéu. La irregularidad del Leipzig no pudo ocultarse en un comienzo intimidatorio, añadiéndose a la falta de intensidad necesaria para un enfrentamiento europeo. El equipo de Carlo Ancelotti estuvo impreciso, perdiendo duelos y mostrando temor en defensa.
El Real Madrid se salvó milagrosamente de un castigo que habría complicado su situación. Apenas dos minutos después del inicio del partido, el VAR evitó lo peor cuando el disparo desde fuera del área tras un rechace defensivo parecía destinado a convertirse en gol. Rodrygo estaba en posición legal pero el videoarbitraje señaló la posición antirreglamentaria de Henrichs o su contacto con Lunin en el área pequeña.
En el RB Arena, el Real Madrid enfrentó importantes bajas, especialmente en la defensa con la ausencia de los centrales titulares, y Nacho no logró asumir el liderazgo necesario. El equipo sufrió en defensa y mostró errores en la construcción del juego. Lunin, quien se ha convertido en la elección habitual de Ancelotti en la portería, demostró su solidez al detener los intentos del equipo alemán.